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La noche del 31 de octubre se celebra en muchos lugares del mundo la Noche de Halloween, también conocida como Noche de Brujas o Noche de Difuntos.

Es una noche en la que los niños, jóvenes y no tan jóvenes salen a la calle para jugar al «truco o trato», se organizan fiestas de disfraces, se reúnen para contar historias de miedo, ver películas de terror o visitar casas encantadas.

Halloween se celebra sobre todo en países anglosajones tales como: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá o Irlanda. Aunque últimamente la fiesta se ha universalizado y se celebra en muchos países con poca tradición, como en España o en países de América Latina, donde los pubs, discotecas y bares se suman a la diversión y organizan fiestas de disfraces para atraer a los clientes.

El hecho de que Halloween haya llegado a nuestros días y se haya extendido a muchos países que tradicionalmente no la contemplaban se debe al despliegue comercial y publicitario del cine estadounidense, que ha propagado la imagen de los niños correteando por las oscuras calles de las ciudades y los pueblos pidiendo caramelos, amén de otros films más terroríficos centrados en la noche de Halloween.

Las calabazas, los colores naranja y negro, los gorros de brujas y trajes de fantasmas o esqueletos son la simbología más popular de Halloween.

Halloween es una derivación de la expresión inglesa «All Hallow’s Eve», y que significa «Víspera de Todos los Santos».

Realmente el origen verdadero fue el Samhain celta, que pasó a los irlandeses. Y fueron los irlandeses los encargados de importarla a EEUU durante la Gran Hambruna irlandesa en 1.840.

En Occidente, la tradición se transformó con un sentido religioso, homenajeando a los familiares difuntos el 1 de noviembre, como el «Día de Todos los Santos».

Es tradición disfrazarse en la noche de Halloween. Esqueletos, zombis, fantasmas, brujas, o la propia muerte, son las protagonistas de las fiestas de disfraces y de las calles. Esta tradición de disfrazarse hace referencia al origen celta de la fiesta ya que los celtas se ponían máscaras para evitar que los espíritus entraran en sus casas

Las calabazas adornan todos los rincones en la noche de Halloween. Son el elemento más típico de la noche de Halloween para la decoración de las casas, junto con telarañas, ataúdes, zombis y vampiros. Se las vacía, se les hace unos agujeros simulando una cara y se le introduce una vela para iluminar las oscuras calles.

 

Fuente: www.diainternacionalde.com

 

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