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Vaya jornada de carreras en Austria, con motivos para la felicidad mucho más allá del que dan las victorias. La de Dovizioso es la número 50 para Ducati en MotoGP y la primera del italiano este año, justo el día después de hacer oficial su ruptura con la fábrica de Borgo Panigale.

Pero lo mejor de todo ha sido que Rossi y Maverick, como ya pasara en Moto2 con Bastianini, volvieron a nacer, porque rozaron la tragedia y salieron ilesos de puro milagro tras el espeluznante accidente entre Zarco y Morbidelli que convirtió sus motos en dos proyectiles que a punto estuvieron de impactar en los de Yamaha.

Eso hubiera sido trágico. Tal es así que hasta Rossi, curtido en mil batallas mundialistas desde 1996, llegó impactadísimo al box con la aparición de la bandera roja.

Dovizioso, delante de Miller y Mir. Foto AFP 

La Ducati de Johann pasó por encima de Maverick y la Yamaha de Franco por delante de las narices de Valentino. Ellos dos, que habían subido al podio de Brno escoltando a Binder en la primera victoria de KTM, hicieron el afilador (rueda delantera con rueda trasera) después de que Zarco superara a Morbidelli, cayéndose inmediatamente ambos y quedando la moto del francés en pie descontrolada y la del italiano dando vueltas hacia la salida de la curva 3.

El que también se cayó, en la undécima vuelta, fue Rins justo cuando acababa de alcanzar el liderato de la prueba. Superó a Dovizioso con un interior en la curva 6, pero no pudo salir de ella en pie con la Suzuki. Sin él en acción, el grupo de cabeza quedaba reducido a tres unidades y Dovizioso se las arregló para superar a Miller y conseguir un segundo y medio de ventaja para cruzar primero la meta. 

Era su forma de lograr su tercera victoria en el Red Bull Ring de Spielberg, de reivindicarse ante una Ducati que ya no le quiere tras ocho años de trabajo con tres subcampeonatos y la manera de encaramarse a la segunda plaza de la general, a 11 puntos de un desdibujado Quartararo. El francés, que salió último a la segunda manga, por haberse salido en la primera, sólo supo ser octavo.

Andrea Dovizioso durante la carrera de hoy

Los que sí tuvieron un día brillante fueron Miller y Mir, que pelearon por la segunda plaza hasta el final. Se la llevó el español, que no se conformó con un tercer puesto que ya suponía su primer podio en MotoGP y consiguió un segundo memorable, con pasada al australiano a dos curvas del final.

 Ahora lidera Quartararo con 67 puntos y queda la sensación de que a Marc le daría tiempo a intentar la remontada si volviera a correr ya la semana que viene, de nuevo en Austria, pero sólo él sabe cuándo volverá.

El próximo domingo todos tendrán opción de revancha en el mismo circuito, en el que siempre gana Ducati. Van ya cinco victorias consecutivas en esta pista y tres de ellas por obra y gracia de un Dovizioso al que no quieren mantener en su box el próximo año.

Fuente: Diario AS

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