Los docentes que inspiran saben que enseñar escomo cultivar un jardín. Es por ello que los que no quieran encontrarse espinas, no deberían intentar cultivar ningún jardín.
Bávaro.- El 5 de octubre, la Unesco y Organización Internacional del Trabajo (OIT), decidieron rendir homenaje a una de las profesiones más valiosas dentro de cualquier sociedad.
Nos referimos a los docentes. Esas personas que tienen el deber y la pasión de formar a las generaciones futuras y así garantizar el desarrollo de los países.
Se llama docente a la persona que ejerce la docencia, a aquel que cumple con la sublime labor de enseñar. También se refiere a todo aquello que se relaciona con la enseñanza.
La palabra «docente» proviene del latín, y es el participio del presente de “docēre”, que significa ‘enseñar’. Este término a su vez proviene de “decet”, que significa ‘conveniente o apropiado’. De hecho, “docēre” deriva también la palabra doctrina y sus términos derivados. Así, docente es el que forma apropiadamente a alguien.
La elección de esta fecha se debe a que ese mismo día, pero en el año 1966, se conmemoró una Conferencia Intergubernamental Especial sobre el Estado de los Docentes, para discutir sobre los deberes, pero sobre todo los derechos del gremio docente a nivel mundial.
En la actual crisis del COVID-19 la educación se enfrenta a nuevos retos que los docentes están afrontando con profesionalidad y con el objetivo de llevar la educación a cualquier rincón del planeta.
Aún así hay circunstancias que los docentes no pueden prever ni suplir y para ello, hay que ser conscientes de las dificultades a las que se enfrentan día a día, para poder poner remedio y que la educación llegue a todos los rincones del planeta.